5 Consejos para Mejorar su Vida de Oración

Según las estadísticas, el cincuenta y cinco por ciento de las personas afirma rezar todos los días. El dieciséis por ciento afirma rezar semanalmente. Para la mayoría de las personas, la oración regular es algo a lo que aspiramos. La Biblia nos instruye a orar regularmente. De hecho, nos dice que oremos sin cesar. ¡Descubre la importancia de usar velas al rezar!

Si tanta gente reza todos los días y Dios quiere que oremos todo el tiempo, ¿por qué a menudo parece que lo hacemos tan mal? Puede haber múltiples respuestas a esta pregunta. Sin embargo, hay una solución que se eleva por encima del resto.

¿Por qué somos tan malos en la oración?

La razón principal por la que somos malos en la oración es el orgullo. La oración, por definición, es un acto de humildad. Hablamos con Dios sobre las necesidades y circunstancias de nuestra vida. El mismo acto de hablar con Dios tiene varias ramificaciones que producen humildad.

Admitimos que Dios está ahí. Para algunos de nosotros, esto puede ser algo difícil de comprender. Pero, sin embargo, es cierto. Dios está ahí.
Admitimos que no somos Dios. No tenemos la fuerza, el poder, la sabiduría o la capacidad para ocuparnos de las necesidades y circunstancias de nuestra vida.
Declaramos que necesitamos a Dios. Cuando oramos, estamos declarando que necesitamos a Dios. Necesitamos que actúe en nuestro favor. Incluso cuando le damos las gracias después del hecho, seguimos reconociendo nuestra dependencia de él.

LA GENTE HUMILDE REZA; LA GENTE ORGULLOSA NO LO HACE

Si estás luchando con la oración, tal vez el primer lugar para empezar es confesando tu orgullo y tu autosuficiencia a Dios. Él está deseando que te dirijas a él. Humíllate, admite tu debilidad y tu pecado, y pide perdón por medio de Jesucristo.

Después de humillarnos, la oración puede seguir siendo un reto. Adoptar estos cinco consejos puede ayudarle a mejorar su vida de oración.

Use listas de oración

Es fácil distraerse de la oración. Los niños corretean, el trabajo llama, el estómago gruñe y el perro de al lado no deja de ladrar. Tener una lista de oraciones nos ayuda cuando ocurren las inevitables distracciones. Una lista de oración nos ayuda a recordar que debemos rezar por ese amigo o colega que compartió algo en el almuerzo, y que prometiste: «Rezaré por ti». Las listas de oración nos permiten llevar un registro de cómo Dios responde a nuestras oraciones.

Opciones de la lista de oración

Hoja de papel en blanco– No es elegante, pero es barata y efectiva. Simplemente no lo pierda.
Diario de Oración – Escribe tus oraciones y discusiones con Dios. Puedes ver cómo Dios te cambia a ti y a tus oraciones con el tiempo.
Guía de oración – Encuentra una guía de oración en las Escrituras
Aplicaciones – La tecnología ofrece algunos recursos fantásticos para ayudarnos, incluso con nuestras oraciones.

Usar una aplicación para organizar notas como Evernote puede ser muy útil. Hay varias aplicaciones de oración disponibles para dispositivos móviles. La mayoría de las aplicaciones móviles pueden enviar notificaciones para recordarte que debes orar a lo largo del día.

Únase a un equipo de oración

Formar parte de un equipo proporciona rutina, responsabilidad y camaradería. Los equipos cuentan con recursos para rendir al máximo. Los equipos de oración pueden ofrecer algunas de estas mismas ventajas. ¡Somos mejores juntos!

Más específico que un grupo. Encuentre una o más personas con las que pueda orar regularmente. No se limiten a preguntarse unos a otros sobre la oración o las peticiones de oración. Reúnanse en persona o electrónicamente y oren. Incluso en el momento más intenso de oración de Jesús, justo antes de su crucifixión, pidió a unos pocos hombres que oraran con él.

Reza con tu familia

Si estás casado o tienes hijos, tienes compañeros de oración incorporados. Reza con tus hijos: aprovecha la hora de acostarte para rezar con ellos. Pídeles que recen, hablando de lo que agradecen y de lo que les preocupa. Luego, haga usted lo mismo.

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