A pesar de que se han dado casos de apariciones marianas prácticamente desde el origen de la Iglesia, en la era contemporánea los casos se han triplicado.
Algunas de esas apariciones han sido oficialmente reconocidas por la Santa Sede, mientras que otras se encuentran en proceso de investigación.
Ahora que la Pontificia Academia Mariana Internationalis (PAMI) ha puesto en marcha una iniciativa con el objetivo de crear un observatorio para interpretar y analizar los casos de apariciones marianas, cabe traer a colación que prácticamente desde el origen de la Iglesia se han reportado este tipo de sucesos en todos los rincones del planeta.
Tal y como señala Adela, autora del blog María por el Mundo, “algunas de esas apariciones han sido oficialmente reconocidas por la Santa Sede, mientras que otras veces han sido los obispos locales quienes las han aprobado”. También existen otros casos que se encuentran en proceso de investigación por parte de la Iglesia, así como muchos más que son fruto de una leyenda procedente, en la mayoría de casos, de la Edad Media.
Sin duda, resultan sumamente interesantes aquellos casos reconocidos por la Santa Sede. En España, por ejemplo, son abundantes, ya que desde los inicios del siglo I se han dado muchos casos de apariciones marianas, aceptadas algunas de ellas por la Iglesia. “Por ejemplo, en el año 40 D.C. tuvo lugar la aparición de la Virgen del Pilar en Zaragoza; en 1218 la Virgen de la Mercé en Barcelona; en 1906 la Virgen del Pincho en Granada o en 1941 la Virgen Pura Dolorosa en Bilbao”, explica Adela, que recoge en su blog todas las apariciones marianas que han sido reconocidas en nuestro país y en el resto del mundo.
La autora explica asimismo que a pesar de que las apariciones de la Virgen Maria se extendieron a partir del siglo V, fue el siglo XX cuando se apareció con mayor consistencia y frecuencia. Por este motivo, este siglo se ha conocido como ‘La era de María’, puesto que a lo largo de esos cien años se reportaron más de 500 apariciones marianas en todo el planeta, una cifra que triplica los datos de los tres siglos anteriores juntos.
Con el paso del tiempo no solo aumentaron los casos, sino que además cambió la tendencia. “Las apariciones que han tenido lugar a partir del siglo XIX se diferencian de las anteriores por dos aspectos principales. Por un lado, estas últimas han sido públicas y en serie, lo que quiere decir que suceden en secuencia y en ocasiones durante un largo periodo de tiempo”, explica Adela. “Además, las apariciones contemporáneas no han tenido lugar de forma privada, sino que normalmente se han dado frente a una audiencia y han sido experimentadas por niños y adolescentes, ya sea de forma individual como en grupo”, añade.
Cabe preguntarse en este punto qué requisitos deben darse para que la Iglesia Católica reconozca como verdadera una aparición mariana, más aún ante el anuncio del Vaticano de la creación del observatorio para luchas contra los fraudes en este ámbito. Tal y como explica la autora de www.mariaporelmundo.com, las apariciones pueden tener varios grados de aprobación. Por ejemplo, si esta atrae a muchas personas, el obispo crea una comisión para una evaluación exhaustiva y es el obispo quien tiene la palabra final.
Otro grado es el permiso para la celebración de la liturgia en el lugar de la aparición. “La mayoría de los casos no pasan de este grado oficial, pero es suficiente. El hecho de que la aprobación no proceda directamente de la Santa Sede no indica rechazo”.
No obstante, también existen casos en los que se da un reconocimiento papal, principalmente cuando la aparición tiene una gran difusión internacional. Por último, el grado más alto de aprobación es el reconocimiento litúrgico, incluyéndose oficialmente la aparición en el calendario litúrgico. “Entre estas últimas encontramos las apariciones de Nuestra Señora de La Salette en 1846; de Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa en 1830 y de Nuestra Señora de Lourdes en 1858”.
Las rutas marianas en España y Francia
Vinculadas a las apariciones marianas que se han sucedido en todo el mundo a lo largo de los siglos han surgido las rutas marianas. Se trata de itinerarios que unen diferentes Santuarios Marianos y que no solamente cuentan con un interés religioso, sino también cultural. “Estas rutas combinan a la perfección la espiritualidad que conlleva la visita a los Santuarios con la riqueza que puede reportarnos todo el entorno que les rodea, tanto a nivel patrimonial como natural y cultural”, relata Adela.
En su blog recoge precisamente varias rutas marianas, algunas creadas por ella misma. Por ejemplo, en España existen este tipo de itinerarios entre Alicante y San Sebastián, Zaragoza y Santiago de Compostela o Santander y Granada. Por su parte, en Francia se pueden realizar rutas entre Marsella y París o entre París y Lourdes.
En este sentido, uno de los objetivos de Adela a la hora de emprender la autoría de su blog ha sido siempre ofrecer a sus lectores vivencias y experiencias nuevas, además de fomentar el potencial turístico de aquellas zonas en las que se han dado casos de apariciones marianas. Por este motivo, ofrece consejos e información suficiente para que las personas interesadas puedan organizar la realización de una ruta por su cuenta.