La Naturaleza Simbólica del oro en Contextos Mágicos y Religiosos

El oro puede adoptar muchos significados diferentes. En contextos económicos puede adquirir un valor material, en contextos sociales puede adquirir un significado de estatus y posición dentro de una estructura jerárquica, en contextos religiosos puede utilizarse para expresar la veneración a lo divino o a una divinidad, en contextos mágicos puede percibirse como un material con cualidades poderosas inherentes. ¡En cuanto a la forma, el oro puede mostrarse a través de distintos objetivos como estatuas, sellos, cruces, o medallas de oro religiosas!

Podemos definir la naturaleza simbólica del oro como un medio de comunicación. Esto implica, en primer lugar, la comunicación entre los seres humanos en diferentes situaciones y con distintos fines, pero también, en segundo lugar, entre los seres humanos y un mundo espiritual.

Los temas que Helen Geake sugirió para esta ponencia fueron: la evidencia del oro y los objetos dorados en contextos religiosos y mágicos, lo que esta evidencia puede significar para nuestra visión del Tesoro de Staffordshire, las implicaciones que puede tener para futuros trabajos. Por ello, este trabajo trata de las ideas, creencias y percepciones del oro, el material predominante encontrado en el Tesoro de Staffordshire, y no de los objetos individuales y sus interpretaciones.

¿Cómo podemos utilizar el estudio de los objetos y de su material para conocer la mentalidad contemporánea?

Me gustaría hacer unas breves observaciones sobre las pruebas que tenemos de la importancia del oro en las relaciones religiosas y mágicas, antes de sugerir algunas ideas por las que puede ser fructífero considerar en la investigación del Tesoro de Staffordshire la posibilidad de que el oro del tesoro pueda haber tenido -aparte de su valor material y su significado social- una capa adicional de significado que conectara el oro y el tesoro con esferas religiosas y/o mágicas, aparte de las cruces y la inscripción bíblica del tesoro con sus evidentes connotaciones religiosas. Cuando hablamos de las funciones económicas, sociales o religiosas del oro y del tesoro, debemos ser conscientes de que esta distinción es más un recurso analítico que el reflejo de una realidad histórica, en la que estas diferentes funciones se solapaban y estaban intrínsecamente relacionadas.

El oro se ha asociado durante mucho tiempo a una esfera divina, tanto en la religión precristiana como en la cristiana. El brillo del oro, su naturaleza indestructible, su maleabilidad y su relativa escasez lo convertían en un material ideal para encarnar las cualidades divinas, pero también las expresiones de veneración humana a lo divino. El oro se percibía como un material apropiado para dirigirse a los dioses (Elbern 1988). Los templos, santuarios e iglesias se decoraban profusamente con estatuas e imágenes doradas. El material litúrgico se fabricaba en oro (La Niece 2009). Los dioses de los mitos germánicos vivían, según la Völuspa, en una sala cubierta de oro y jugaban con juegos de mesa dorados (Pálsson 1996, estrofas 60 y 61).

Janes, en su libro God and Gold in Late Antiquity (Dios y el oro en la Antigüedad tardía), ha mostrado la continuidad del uso del oro, y sus numerosas asociaciones con lo numinoso, desde un mundo precristiano hasta uno cristiano. El oro mantuvo su importancia incluso dentro de una religión que defendía la pobreza y el rechazo de los bienes mundanos (Janes 1998). Los vasos litúrgicos, los relicarios, las cruces y los objetos necesarios para la realización de los rituales sagrados se fabricaban en oro.

También hay una larga tradición de ofrendas votivas, por ejemplo en forma de tablillas que se hacían en metales preciosos, oro o plata, y se dedicaban a una divinidad; de nuevo, vemos la continuidad de las costumbres precristianas a las cristianas. La estrecha asociación del oro con lo divino, con los dioses, se observa, pues, en muchos aspectos diferentes, aunque sigue siendo difícil definir con precisión cómo funcionaba este vínculo y qué significaba.

La religión y la magia comparten la conexión con otro mundo

Pero la magia y la religión difieren, como definió Söderblom: en la religión el hombre venera a la divinidad, en la magia el hombre utiliza la divinidad para sus propios fines (Söderblom 1966). Así, los rituales mágicos pretenden forzar a la divinidad (o a los espíritus, o a las fuerzas del otro mundo) a actuar como se desea, si se han cumplido correctamente los rituales mágicos prescritos. La distinción entre religión y magia no siempre es clara, ya que, dentro de los rituales religiosos, encontramos muchos componentes mágicos.

El oro era importante en los rituales mágicos

Por ejemplo, era importante a la hora de fabricar amuletos. Se consideraba que los amuletos de oro protegían principalmente a los niños contra los daños y las maldiciones, y especialmente contra el mal de ojo, según Plinio (Historia Natural 33, 25; Rackham (trans) 1952). Ejemplos de ello son las bullas de oro que llevaban los niños romanos. El oro también era eficaz contra diversas enfermedades (Plinio, Historia Natural 33, 25; Rackham (trans) 1952). En los papiros mágicos que trataban de maldiciones, pero también de amuletos, se suele exigir que la fórmula esté escrita en una tablilla de oro.

Que yo sepa, no hay ejemplos en las fuentes escritas de la Inglaterra anglosajona que hagan referencia al oro utilizado en las prácticas mágicas, pero la longue durée de estas prácticas mágicas, su notable estabilidad durante largos períodos de tiempo y la similitud de sus usos generalizados sugieren que en Inglaterra se tenían ideas similares sobre la utilidad mágica del oro.

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