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No hay mejor intercesora que nuestra Madre celestial, ella sabe escuchar atentamente a tus plegarias y sabe también, cómo mediar ante Nuestro Señor para que nuestras súplicas sean escuchadas por él. Es por eso que te traemos tres oraciones de ruego a La Madre que puedes utilizar dependiendo de las circunstancias que te atormenten.
Antes de comenzar con la oración, debes estar en un momento del día que no vaya a ser interrumpido, que estés en paz y serenidad para que puedas conectarte mejor y exponerle de manera íntima todas tus quejas.
Oración a La Madre para el amor
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Una madre siempre sabe lo que nos conviene; y precisamente por eso, rezarle a La Madre es una de las maneras más eficaces para conseguir el amor verdadero. Reza una vez al día, por un mes, esta oración a La Madre para que ponga en tu camino a la compañía indicada:
¡Oh Santa, santísima Madre! Madre de mi devoción. Reina de paz y de nosotros, los cristianos que con fe te veneramos. Hoy te pido madre mía, lléname de devoción, fortaleza, fe y sabiduría; y no olvides el amor. Quiero que toque a mi puerta esa persona especial, que me ayude a amarte aún mucho más y mi despecho deje atrás. Intercede por mí, madre; por tu hijo esperanzado que derrotado en tus brazos pide consuelo de amor.
Rezar un Gloria seguido de dos Ave María al culminar la oración a La Madre se considera muestra de agradecimiento por escuchar la oración.

Oración a La Madre para tener dinero
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Al pedir bienes materiales, especialmente monetarios, hay que tener cuidado de no caer en la avaricia, de ser el caso, la oración será omitida por completo. Aquí un ejemplo de una oración humilde para casos desesperados:
¡Oh, Madre de la esperanza! Merecedora de Gloria y adoración eterna, tú que acoges a los pobres, e intercedes por ellos ante Dios, Nuestro Señor. Hoy te imploro de todo corazón, que no te olvides de tu fiel servidor; este que te ama y te adora, y tiene su confianza plena depositada en tu divino ser. Ayúdame madre mía, en esta urgencia tan material, pero tan necesaria. Sé que hay cosas que merezco y cosas que no podré tener, pero considero justa mi plegaria. Prometo ser, mi madre amada, el más devoto de tus ciervos, servir fielmente a tu presencia y a Dios, Todopoderoso, con el corazón puesto en mi mano y multiplicar el que sé que será tu milagro; para que, junto con mis hermanos, gocemos todos de tus actos de bondad.
Amén.
Es opcional rezar un Gloria después de citar esta oración a La Madre.
Oración a La Madre para la salud
Rezar esta breve, pero puntual oración a La Madre te ayudará a prevenir y sanar enfermedades que te atormenten. Esta oración puede rezarse para sí mismo, o para una persona en específico.
Santa Madre de mi devoción, te pido que alejes de mi cuerpo, mi mente, mi alma y de mi espíritu todo aquello que tiene la intención de hacerme daño; protégeme, a mí y a todos los mortales, y a las almas puras que hoy ya no están entre nosotros. Cúrame de toda enfermedad que merezca ser curado y permíteme conservar la salud para llegar a mi destino. ¡Guíame en el camino, Madre! Enséñame a amar como sólo tú lo haces, a servir, y a ser testimonio vivo y fiel de la gracia del Señor.
Por ti, Madre; es por quien ruego hoy en mi plegaria. Hazme partícipe de tu buena y milagrosa fe.
Se debe rezar un Gloria al finalizar la oración.
Al momento de realizar las oraciones, es fundamental que tengas presente que La Madre te está escuchando y está intercediendo ante Dios por tu súplica; por eso es muy importante también, que ores en un momento del día o la noche en la que encuentres en calma para que tu conversación no pueda ser interrumpida.
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