Oración Para Primera Comunión

La primera comunión, es el encuentro con Dios, donde reafirmamos un compromiso de fe, que adquirimos el día de nuestro santo bautismo, de crecer en la fe caminando junto al señor.

Encuentro con Dios

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La primera comunión, es uno de los siete sacramentos de la iglesia católica, es un sacramento de iniciación en la fe. Generalmente, se lleva a cabo este sacramento para confirmar la fe católica, y nuestra adoración al máximo y supremo Dios Todopoderoso.

Este sacramento requiere un gran tiempo de preparación, puesto que se prepara el cuerpo física y mentalmente para recibir al señor. Para conocer no sólo su cuerpo, sino la sangre que entregó por nosotros y nuestra salvación.

Importancia de la oración en la Primera Comunión

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Como bien es sabido, la primera comunión es un sacramento muy importante para quien lo recibe. Todo aquel que realice la primera comunión, debe estar en pleno conocimiento del gran paso que dará en la iniciación de su vida cristiana.

La oración, ciertamente es el arma más poderosa para vencer el mal, y el mejor medio de comunicación que pueda existir. No es necesario que seas un experto en oración, que hayas estudiado años para realizarla, pero sí que tengas la disposición y voluntad para llevarla a cabo.

El día de nuestra primera comunión, es fundamental, estar en constante oración, puesto que volvemos a confirmar nuestra fe y a reconciliarnos con Dios. 

El día del santo sacramento, se realizan una serie de oraciones, para iniciar se realiza la oración de la Santa Cruz, se hacen oraciones de súplica, de agradecimiento y también se recitan el padrenuestro y el avemaría.

Oración para agradecer por el día de nuestra primera comunión

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Para realizar esta oración, puedes comenzar realizando la señal de la Santa Cruz, seguidamente recita un padrenuestro y un avemaría.

En voz clara y con mucha fe eleva la siguiente plegaria. ¡Señor amado mío! Hoy vengo a ti, a tu fiesta señor, he venido a conocerte, me han hablado maravillas de ti.

Hoy quiero recibirte en el sacramento, con el respeto y la adoración de los santos, pero también con el amor y la pureza con que te recibió tu Santísima Madre la Siempre Virgen María. Quiero que mi cuerpo sea tu casa, que vivas en mí.

Penetra señor en mi corazón, renueva mis fuerzas y mis dones, permíteme comer de tu pan y beber de tu sangre. Haz crecer en mí la fe, la voluntad y la firmeza para defender cada una de mis verdades, ayúdame a ser mejor persona.

No permitas señor que me avergüence de ti, apártame de todas las tentaciones y líbrame de la adversidad. Señor por medio de este sacramento, permíteme iniciar el camino hacia la plenitud de tu gloria.

Hazme sentir orgulloso de conocerte y que la felicidad en mi sea tan grande que no pueda medirse, ni identificarse con la extensión del universo. ¡Amén!

La oración es importante, sobre todo cuando realizamos algún sacramento o ritual religioso. Si conoces a alguien que este pronto a realizar su primera comunión, entonces dile que el mejor regalo que recibirá ese día es la bendición del señor, la cual se mantiene en la oración.